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Estos días he estado intentando organizar que es lo que realmente quiero traspasar a este documento, por eso es que me hago esta pregunta: ¿Qué me llevo aquí y ahora a escribir? ¿Por qué hoy? ¿Por qué no mañana o en un mes más? ¿Qué pasa en mí que me lleva a escribir? La verdad espero poder ir descubriendo esto en el camino de la escritura.

Cada persona, ser humano tiene su forma de entender la vida, el mundo, las cosas; algunos lo hacen por medio de la ciencia, otros por medio de la música, otros por medio de las matemáticas, y así infinitamente, hasta encontrar diferentes maneras de entender quiénes somos y para qué somos. Por esto que mí mejor aliado a lo largo de mi historia personal ha sido la escritura, mi fuente de inspiración, donde me recuerda momentos difíciles, de duda, de cambios, de alegría, de renovación; pero nada de eso lo habría podido lograr sin mi fiel y silenciosa amiga: la escritura.

La escritura es parte de nuestras vidas, día a día, nos acompaña en todo momento, desde que despertamos hasta que nos acostamos, donde uno mire hay escritura, pero es aquí cuando me pregunto: ¿Cuál es el poder que le damos a ella? ¿Para que la usamos y con qué objetivo? Aquí uno puede encontrar diferentes caminos, eso es lo maravilloso de éste mundo; la capacidad de elegir. Entre esos caminos está la publicidad, los medios de comunicación, los escritores, científicos, educadores, entre otros, que por medio de la escritura muestran su mundo, su visión, su forma de observar e interpretar esta sociedad, o más allá. Esto es lo que provoca la escritura, “el poder de la palabra”, en donde al escribir  se puede inspirar a muchos otros a seguir una causa, un proyecto, un sueño; es decir la escritura es lo que te lleva a desarrollarte como persona, para saber quiénes somos y para qué somos, ese el poder de la escritura.

A veces, es necesario dedicarle un momento, un instante, aquí y ahora. Darse cuenta de esas “frases poderosas” que pasan por  nuestra vida y no nos percatamos, esas frases, en la cual, si hubiéramos estado presentes en ese lugar, esa esfera de tiempo, podríamos haber hecho un cambio, o tenido un momento de alegría, pena o hasta renovación, como espero estar teniendo en éste momento, en que el espacio y tiempo no existe, solo estoy yo, sentada escribiendo y dejándome llevar por la belleza de la escritura.

Si hago una autorreflexión en mi historia personal, en cada crisis que viví, sea de dolor, alegría o renovación, estuvo presente la escritura de una manera especial y única, ya que, la escritura es mi amiga silenciosa, está ahí en cada momento importante y dispuesta a encontrar un camino, una mirada, un foco diferente desde donde observar. Para poder mirar dentro de mí y observar alrededor, para así poder realizar el cambio y llegar a la renovación en busca del desarrollo personal, es la escritura mi fuente de desarrollo espiritual.

Cada uno elige su camino de desarrollo espiritual y crecimiento personal, mientras se sea consciente, responsable y a la vez fiel a la búsqueda del ser, y así llegar a la máxima expresión de nuestro ser interior. Sin apariencias, ni engaños; solo mostrar el potencial espiritual que hay en cada uno de nosotros. Por eso, yo seguiré mi camino en búsqueda de mi ser, de mi sentido en la vida, cómo soy y para qué soy. Lo seguiré haciendo con mi amiga silenciosa: La escritura.